¿Cómo se están abordando esos retos

La pandemia del COVID-19 ha afectado a todos los sectores de la economía y ha puesto de relieve muchas de las vulnerabilidades de nuestras sociedades. A nivel global, se espera que la pandemia tenga un impacto económico negativo significativo en 2020 y 2021. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que la economía mundial se contraiga un 3,0% en 2020, lo que supondría la peor recesión desde la Gran Depresión de 1929-1930.

Los efectos económicos de la pandemia se han manifestado de forma muy desigual en todo el mundo. En general, los países con mayor dependencia del turismo y otros sectores sensibles a los shocks externos han sido los más afectados. Por otro lado, algunos países con menor dependencia del comercio exterior y un sistema financiero más robusto se han visto menos afectados. Sin embargo, todos los países están experimentando una caída en el PIB y un aumento del desempleo.

A corto plazo, el objetivo principal debe ser minimizar el impacto económico y social de la pandemia, protegiendo a los trabajadores y empresas más afectados y permitiendo que la economía se recupere rápidamente una vez que pase la crisis. A medio y largo plazo, será necesario abordar los fundamentos estructurales de nuestras economías para hacerlas más resistentes a futuros shocks. Esto incluirá reformas para mejorar la educación y la capacitación, así como para fomentar la investigación y el desarrollo tecnológico. También será necesario reforzar los sistemas de protección social para mejorar la resiliencia de las personas frente a los shocks económicos.

La pandemia ha puesto de relieve muchas de las vulnerabilidades de nuestras economías. En particular, ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar nuestra capacidad para hacer frente a los shocks adversos. Los retos a los que nos enfrentamos ahora son enormes, pero si abordamos con determinación estos desafíos podemos salir reforzados de esta crisis y construir un futuro más resiliente para todos.