¿Cómo sabrás si un alimento para colibrí casero está hecho correctamente

¿Cómo sabrás si un alimento para colibrí casero está hecho correctamente?

Los colibríes son unos de los pájaros más hermosos y exóticos que existen. Sus diminutos tamaños y sus brillantes plumajes llaman la atención de todos. A muchas personas les gustaría tener uno como mascota, pero no siempre es posible. Sin embargo, podemos hacer una comida casera para ellos y así disfrutar de su presencia. Pero, ¿cómo sabremos si estamos haciendo un buen trabajo? Aquí te dejamos algunos tips.

La primera consideración a tener en cuenta es el tipo de alimento que le ofreceremos a nuestro colibrí. Los expertos recomiendan que sea una mezcla de frutas y néctar. Las frutas deben estar maduras, pero no demasiado. Es decir, no deben estar podridas o deshidratadas. El néctar, por otro lado, puede ser comprado en tiendas especializadas o bien, podemos hacerlo nosotros mismos. Para ello necesitaremos azúcar morena y agua en proporciones iguales. Mezclaremos ambos ingredientes hasta obtener una solución espesa y sin grumos.

Una vez que tengamos el alimento listo, lo siguiente será preparar el lugar donde lo ofreceremos a los colibríes. Lo ideal es que sea una mesa o un banco ubicado en un lugar tranquilo del jardín o patio. La comida se debe disponer en platos pequeños para facilitar el acceso a los pájaros. También es importante que el lugar esté protegido del viento y del sol directo. Los colibríes son muy sensibles a estas condiciones climáticas y podrían salir lastimados si no tenemos cuidado.

Otro aspecto a tener en cuenta es la higiene. Debemos lavar muy bien todos los platos y utensilios que vayamos a utilizar. Esto evitará que los pájaros se contaminen con bacterias o virus. También es importante lavarnos las manos con agua y jabón antes de preparar la comida o manipular los utensilios. De esta forma, reduciremos el riesgo de contagio.

Por último, debemos tener paciencia. Los colibríes son animales muy tímidos y no siempre será fácil atraerlos hacia nuestro jardín o patio. Lo mejor será ofrecerles el alimento durante varios días seguidos hasta que se acostumbren a nuestra presencia y se atrevan a acercarse. Una vez que logremos establecer este contacto, podremos observarlos de cerca y disfrutar de su belleza sin molestarlos demasiado.