¿Cómo se deben conservar los alimentos

Los alimentos deben conservarse en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol. La temperatura ideal para la mayoría de los alimentos es entre 0°C y 4°C. Los alimentos que se deben refrigerar son: leche, queso, carnes, pescados, huevos, frutas y verduras frescas, sopas y guisados, postres lácteos, bebidas carbonatadas y jugos de frutas.

Los alimentos que se deben congelar son: carnes, pescados, pollo, verduras, frutas, leche entera y semi-descremada, nata (crema de leche), queso blanco y amarillo, margarinas, hamburguesas y otros productos precocinados. La carne roja se debe consumir en el mismo día de la compra o congelar inmediatamente. Las carnes blancas y el pescado fresco se pueden conservar hasta 2 días en el refrigerator.

Para congelar los alimentos deben estar envasados herméticamente para evitar la entrada de aire y así evitar que se sequen o pierdan su sabor. Es importante también rotular los envases con el nombre del producto y la fecha de congelación. Los alimentos descongelados no se deben volver a congelar.

Frutas y verduras frescas deben lavarse cuidadosamente antes de ser consumidas. Se recomienda pelar las frutas y verduras crudas antes de comerlas o cocinarlas. Las frutas y verduras que se van a cocinar no necesitan ser peladas.

La leche entera y la nata (crema de leche) deben refrigerarse inmediatamente después de comprarlas. La leche entera puede conservarse durante 5-7 días una vez abierta, mientras que la nata (crema de leche) solo se puede conservar durante 1-2 días una vez abierta. La leche descremada y la leche en polvo no necesitan refrigerarse hasta que sean mezcladas con agua.

El queso blanco y amarillo fresco se puede conservar en el refrigerator durante 7-10 días una vez abierto el envase. Quesos curados como el cheddar o el queso azul pueden conservarse durante 2-3 meses en el refrigerator si están bien envueltos. Las margarinas vegetales también se deben refrigerar después de abrir el envase para evitar que se vuelvan rancias.

Las sopas y guisados deben refrigerarse inmediatamente después de cocinarlos o comprarlos ya cocinados. Se pueden conservar durante 3-4 días en el refrigerator. Postres lácteos como natillas o flanes también se deben refrigerar inmediatamente después de prepararlos o comprarlos ya hechos. Los postres lácteos suelen conservarse durante 2-3 días en el refrigerator.

Bebidas carbonatadas y jugos de frutas frescos deben refrigerarse inmediatamente después de comprarlos o prepararlos. Deben consumirse dentro de los 3-5 días siguientes a su apertura para evitar que pierdan su sabor o se vuelvan rancios.