¿De qué formas podemos alimentarnos o nutrirnos

La importancia de la alimentación o nutrición en nuestras vidas es innegable. Sin ella, no podríamos sobrevivir. La alimentación o nutrición nos aporta los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Todos los seres vivos necesitamos ingerir alimentos para poder realizar las funciones básicas de nuestro cuerpo como la digestión, la respiración o el movimiento.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona sana necesita ingerir entre 2.000 y 2.500 calorías diarias para mantenerse en forma. Esta ingesta de calorías debe estar repartida en tres comidas principales: el desayuno, la comida y la cena, aunque también es importante realizar pequeñas ingestas de alimentos a lo largo del día, para no pasar hambre y evitar así que nuestro organismo empiece a utilizar sus reservas energéticas.

La alimentación adecuada no solo nos permite mantenernos físicamente activos, sino que también nos ayuda a mantener un buen estado de ánimo y una buena salud mental. Comer bien nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de concentración, memoria y aprendizaje.

Aunque todos sabemos que la alimentación es importante, muchas veces no le prestamos suficiente atención y no cuidamos lo suficiente nuestra dieta. Según datos de la OMS, el 33% de la población mundial (aproximadamente 2.3 mil millones de personas) padece de sobrepeso y el 13% (alrededor de 904 millones) está obesa. La mala alimentación es un factor importante en el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiopatías o algunos tipos de cancer.

Para evitar estos problemas de salud es importante seguir una dieta equilibrada y variada, que nos permita obtener todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. A continuación te ofrecemos algunos consejos para que puedas mejorar tu alimentación:

– Toma las raciones adecuadas: no comas en exceso ni tampoco te saltes comidas. Es importante controlar las porciones que ingerimos para no engordar innecesariamente o para no pasar hambre. Si tienes dificultades para controlar las porciones, lo mejor es utilizar platos y vasos pequeños.
– Elige los alimentos adecuados: procura incluir en tu dieta diaria frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, carnes magras y pescado. Reduce el consumo de azúcares refinados, grasas saturadas, carnes procesadas y bebidas azucaradas. Consume productos lácteos bajos en grasa o descremados y aceites vegetales como el aceite de oliva.
– Cocina tus propios platos: cocinar tus propios platos te ayudará a controlar mejor los ingredientes que utilizas y a reducir el consumo de calorías. Además, te permitirá preparar platos más saludables ya que podrás elegir los ingredientes más frescos y naturales posibles.
– No te saltes comidas: si vas a hacer ejercicio físico o si vas a estudiar durante muchas horas seguidas, es importante que no te saltes ninguna comida. El cuerpo necesita energía para rendir al máximo y si no le proporcionamos los nutrientes necesarios va a empezar a utilizar sus reservas energéticas, lo que puede provocarnos ansiedad o cansancio.
– Bebe agua: es importante beber suficiente agua durante el día para mantenernos hidratados. Lo ideal es beber entre 1,5 litros y 2 litros diarios. Si haces ejercicio físico o si hace mucho calor, debes beber un poco más de agua para compensar la pérdida de líquidos del cuerpo.