¿Quién puede acudir a un banco de alimentos

Desde hace unos años, cada vez son más las personas que acuden a los bancos de alimentos para poder cubrir sus necesidades básicas. Esto se debe, en gran parte, a la crisis económica que azota el país y que ha llevado a muchas familias a tener que empezar a recortar gastos. Sin embargo, no todos los que necesitan ayuda pueden acudir a estos lugares. ¿Quién puede acudir a un banco de alimentos?

En primer lugar, es importante destacar que los bancos de alimentos no son solo para personas sin recursos o sin trabajo. También pueden acudir aquellas familias que, aunque tengan ingresos, no les llega para cubrir todas sus necesidades. De hecho, según datos del Ministerio de Sanidad, el 40% de las personas que acuden a estos lugares tienen trabajo.

Para poder acceder a un banco de alimentos, lo primero que hay que hacer es solicitarlo en la oficina correspondiente. Normalmente, las entidades requieren que se rellene un formulario en el que se detallan los datos personales y familiares de la persona solicitante, así como su situación económica y sus ingresos. A partir de ahí, se valora si la persona cumple los requisitos para acceder a este servicio.

Entre los requisitos más habituales para poder beneficiarse de un banco de alimentos se encuentran los siguientes:

-Estar empadronado en la localidad donde se solicita el servicio.

-No tener ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas de la familia. En este sentido, es importante tener en cuenta que no solo se tiene en cuenta el sueldo, sino también otros ingresos periódicos como las pensiones o las ayudas sociales.

-No disponer de recursos suficientes para hacer frente a los gastos de la vivienda (alquiler o hipoteca).

-No disponer de recursos suficientes para comprar los alimentos necesarios para la familia.

-Estar inscrito en el programa de renta básica de emancipación (REBAJ).

Una vez superados estos requisitos, la persona interesada podrá beneficiarse del banco de alimentos durante un determinado periodo de tiempo, normalmente un mes. No obstante, es importante tener en cuenta que cada entidad tiene establecidas sus propias normas y condiciones y que, por lo tanto, es posible que varíen algunos aspectos.