¿Cómo podemos mejorar nuestra alimentación

La alimentación es uno de los pilares de la salud. La comida que ingerimos cada día tiene un impacto directo en nuestro bienestar y en nuestra calidad de vida. Por esta razón, es muy importante tomar consciencia de la importancia de una buena alimentación y de cómo podemos mejorarla.

Una buena alimentación se caracteriza por ser variada, equilibrada y completa. Es decir, incluye una variedad de alimentos de todos los grupos (frutas y verduras, cereales, legumbres, carnes, pescados, lácteos, etc.), en cantidades adecuadas y de forma regular. Esto nos permite obtener todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.

Hay que tener en cuenta que no todas las personas tienen el mismo metabolismo ni las mismas necesidades nutricionales. Por ello, es importante adaptar la alimentación a las características individuales y consultar con un profesional si tenemos dudas sobre cómo hacerlo.

En general, podemos decir que existen ciertos hábitos alimentarios que son beneficiosos para todas las personas y que pueden ayudarnos a mejorar nuestra alimentación. A continuación, te mencionamos algunos de ellos:

– Tomar un desayuno completo y equilibrado: es muy importante empezar el día con energía y nutrientes para afrontar la jornada con garantías. Un buen desayuno debe incluir cereales o pan integral, leche o yogur, fruta fresca y un café o té.

– Hacer 5 comidas al día: es mejor comer varias veces al día en pequeñas cantidades que hacer 2 o 3 comidas copiosas. De esta forma evitaremos picoteos innecesarios y mantendremos el metabolismo activo.

– Controlar las porciones: para mantener un peso saludable es importante controlar las porciones de cada comida. No debemos llenar demasiado el plato y tampoco saltarnos ningún ingrediente.

– Cocinar en casa: cocinar en casa nos permite controlar los ingredientes y la preparación de los alimentos, así como reducir el consumo de grasas y sal. Además, es una forma más económica de alimentarse.

– Leer las etiquetas: es muy importante fijarse en las etiquetas de los productos para saber qué contienen realmente. De esta forma podremos evitar los productos con muchas grasas, azúcares o conservantes.