¿Cómo se pueden incorporar las leguminosas y los alimentos de origen animal en la dieta de manera sana y equilibrada

Las leguminosas y los alimentos de origen animal son dos grupos de alimentos que a menudo se excluyen entre sí. Sin embargo, es posible incorporar ambos en una dieta sana y equilibrada. Aquí te damos algunos consejos para lograrlo.

Las leguminosas son un grupo de alimentos que incluye a las lentejas, los garbanzos, las sojas y otros. Se caracterizan por ser ricos en proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales. También contienen fitoquímicos, sustancias que tienen propiedades beneficiosas para la salud.

Los alimentos de origen animal, por otro lado, son aquellos que provienen de animales como la carne, el pescado, los huevos, la leche y otros productos lácteos. También son ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Sin embargo, a diferencia de las legumbres, no contienen fibra.

Los expertos recomiendan consumir entre 2 y 3 porciones de legumbres al día. Esto equivale a unos 200-300 gramos (7-10 onzas). Los alimentos de origen animal no deben consumirse más de 2-3 veces a la semana. Esto se debe a que suelen ser más altos en grasa saturada y colesterol.

Una forma saludable de incorporar ambos grupos de alimentos en la dieta es elegir legumbres como base para las comidas y añadir una porción de carne o pescado en el lado. Otro enfoque es hacer una comida vegetariana con legumbres como principal protagonista y agregar un poco de queso o huevo para aportar proteínas adicionales. Las ensaladas también son un buen plato para mezclar legumbres y carnes o pescados.

Otro consejo es incluir más frutas y verduras en la dieta. Deben consumirse diariamente ya que proporcionan vitaminas, minerales, fibra y otros nutrientes importantes para la salud. Las frutas y verduras también son bajas en calorías, lo que las hace perfectas para mantener el peso bajo control.

Por último, pero no menos importante, es importante seleccionar productos de alta calidad tanto de origen vegetal como animal. Se recomienda optar por productos orgánicos siempre que sea posible. Los productos orgánicos no solo son mejores para la salud, sino que también ayudan a reducir el impacto ambiental.