¿De qué formato suelen ser los alimentos que consumes

Muchos alimentos en nuestro mundo son procesados, y esto se hace con el fin de que duren más tiempo. Los alimentos procesados a menudo son más saludables que los no procesados, ya que los nutrientes se conservan mejor. Sin embargo, también hay algunos alimentos que no son tan saludables, incluso si están en un envase o empaquetado. A continuación te presentamos una lista de los diferentes tipos de alimentos que puedes encontrar, así como sus ventajas y desventajas.

Los alimentos frescos son aquellos que no han sido procesados ​​o enlatados. Estos generalmente son los mejores para la salud, ya que no pierden ninguno de sus nutrientes durante el proceso de envasado ​​o cocción. Sin embargo, los alimentos frescos pueden ser más caros y menos convenientes que otros tipos de alimentos. Por ejemplo, si compras frutas y verduras frescas, debes lavarlas y cortarlas antes de comerlas. También pueden ser más propensas a deteriorarse y no durar tanto tiempo.

Los alimentos enlatados o embotellados se han procesado para prolongar su vida útil. Esto significa que pueden conservarse durante meses o incluso años sin refrigeración. Los alimentos enlatados suelen ser más baratos y más convenientes que los frescos, pero pueden perder parte de sus nutrientes durante el procesamiento. Es importante leer las etiquetas para asegurarse de que está comprando un producto que todavía tiene un buen nivel de nutrientes.

Los productos congelados se han sometido a un proceso de congelación rápido para mantener sus nutrientes intactos. Estos pueden mantenerse durante meses o incluso años en el congelador. Los productos congelados suelen ser más baratos y más convenientes que los frescos, pero pueden perder parte de sus nutrientes durante el descongelamiento o la cocción. Es importante leer las etiquetas para asegurarse de que está comprando un producto que todavía tiene un buen nivel de nutrientes.

Los alimentos secos son aquellos que han sido deshidratados para prolongar su vida útil. Esto significa que pueden conservarse durante meses o incluso años sin refrigeración. Los alimentos secos suelen ser más baratos y más convenientes que los frescos, pero pueden perder parte de sus nutrientes durante el procesamiento. Es importante leer las etiquetas para asegurarse de que está comprando un producto que todavía tiene un buen nivel de nutrientes.