¿Cómo deben manipularse los alimentos para evitar su contaminación

La contaminación de los alimentos es un problema serio a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen aproximadamente 200 millones de casos de enfermedades transmitidas por alimentos, y 4,1 millones de personas mueren a causa de estas enfermedades. La mayoría de estas muertes se producen en países en desarrollo, y las víctimas son principalmente niños menores de cinco años.

Las enfermedades transmitidas por alimentos pueden tener diversas causas, pero la OMS identifica tres principales: bacterias, virus y parásitos. Los gérmenes patógenos pueden contaminar los alimentos en cualquier momento durante su producción, elaboración o manipulación. Si no se manipulan adecuadamente, los alimentos pueden convertirse en un vehículo para la transmisión de estos gérmenes.

La contaminación cruzada es una de las formas más comunes de contaminación de los alimentos. Se produce cuando los gérmenes patógenos se transfieren de un alimento crudo a uno cocido o listo para el consumo, o viceversa. Por ejemplo, si se manipulan carnes crudas sin lavarse las manos después, las bacterias presentes en la carne cruda pueden transferirse a los vegetales que se manipulan después, contaminándolos.

Otra forma común de contaminación es la auto-contaminación. Esto ocurre cuando una persona contamina los alimentos que va a manipular o consumir. Por ejemplo, si no se lava las manos antes de manipular los alimentos, las bacterias presentes en las manos pueden transferirse a los alimentos y contaminarlos. La auto-contaminación también puede ocurrir cuando se manipulan alimentos con utensilios sucios o si se tocan los alimentos con las manos sucias.

Para evitar la contaminación de los alimentos, es importante seguir unas sencillas normas de higiene. En general, se recomienda lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular los alimentos, así como después de tocar animales o productos animales (como huevos o leche). También es importante limpiar y desinfectar regularmente los superficies y utensilios que se utilizan para manipular los alimentos.

En cuanto a la preparación de los alimentos, es importante cocerlos adecuadamente para matar cualquier bacteria u hongo presente. Los alimentos que requieren refrigeración deben mantenerse a una temperatura adecuada (entre 0°C y 4°C), ya que las bacterias pueden multiplicarse rápidamente a temperaturas ambiente. Los alimentos que requieren congelación deben mantenerse a -18°C o menos.

Los residuos de comida y otros desperdicios orgánicos también pueden causar contaminación si no se manipulan adecuadamente. Es importante eliminar los residuos orgánicos de forma segura y evitar que se acumulen en lugares donde puedan atraer roedores o insectos.