La comunidad de agricultores e invernaderos en nuestro país está luchando. Luchan para que nuestra economía y sociedad reconozcan la importancia de producir más y mejores alimentos. Según el USDA, el número de granjas y huertas en los Estados Unidos se ha reducido en un 3 por ciento desde 2007, y el número de agricultores mayores de 65 años ha aumentado en un 5 por ciento. Aunque el número de personas que trabajan en la agricultura sigue siendo relativamente pequeño (menos del 2 por ciento de la fuerza laboral total), su impacto económico es significativo. La agricultura representa más del $1 billón de dólares en el PIB de los Estados Unidos y genera empleo para más de 24 millones de personas.
A pesar de estos números, el futuro de la agricultura en los Estados Unidos es incierto. En un mundo en constante evolución, los agricultores se enfrentan a una serie de desafíos que amenazan su capacidad de producir alimentos para nuestra creciente población. Estos desafíos incluyen el cambio climático, la erosión del suelo, la contaminación del agua, la escasez de tierras cultivables y la competencia por los recursos naturales.
El cambio climático es una amenaza real para la agricultura. Según el IPCC, el aumento de la temperatura media global podría reducir las áreas cultivables en un 10 por ciento para 2030. Además, el aumento del nivel del mar podría inundar hasta un 16 por ciento de las tierras bajas y costeras actualmente cultivables. El cambio climático también se está manifestando en forma de sequías e inundaciones más frecuentes e intensas, lo que afecta negativamente a los cultivos y pastizales.
La erosión del suelo es otro problema grave que enfrentan los agricultores. Según estimaciones conservadoras, se pierden 10 toneladas de suelo por hectárea cultivada cada año. La erosión del suelo no solo reduce la productividad agrícola, sino que también contribuye al cambio climático al liberar dióxido de carbono al atmosphere. La erosión también es un factor importante en la contaminación del agua. Cuando el suelo se erosiona, se liberan nutrientes y sedimentos al agua, lo que puede dañar los ecosistemas acuáticos y reducir la calidad del agua potable.
La contaminación del agua es otro problema crítico para la agricultura. Según el EPA, más del 50 por ciento de las aguas superficiales y subterráneas estadounidenses están contaminadas con nitratos y fosfatos procedentes de las actividades agrícolas. La contaminación del agua es perjudicial para la salud humana y animal, así como para los ecosistemas acuáticos. También es un factor importante en la reducción de las reservas mundiales de agua dulce potable.
Otro problema que amenaza la capacidad de la agricultura para satisfacer las necesidades alimentarias globales es la escasez de tierras cultivables. Según estimaciones conservadoras, se requieren 1,5 hectáreas de tierra para producir los alimentos necesarios para mantener a una persona durante un año. Con más del 7 mil millones de personas en el mundo, esto significa que se necesitan más 11 mil millones de hectáreas (26,8 mil millones acres) – un área equivalente a dos veces el tamaño de los Estados Unidos – solo para producir comida para nuestra población actual. Y este número solo va a continuar creciendo, ya que se prevé que la población mundial alcance los 9 mil millones para 2050.
La competencia por los recursos naturales es otro problema importante para los agricultores. Según estimaciones conservadoras, se requieren 456 litros (119 galones) de agua para producir 1 kilogramo (2 libras) de trigo; 1579 litros (417 galones) para producir 1 kilogramo (2 libras) de maíz; y 2958 litros (781 galones) para producir 1 kilogramo (2 libras)de arroz. Con el aumento de la demanda mundial de alimentos, estas cifras son solo going to continue to increase. This means that farmers will be competing with each other and with other industries for limited water resources.
In order to meet the challenges of the future, it is clear that our community needs to do more to support our farmers and encourage them to produce more and better food. There are many things that can be done to achieve this goal, but some of the most important are: investing in research and development to find new and improved ways of farming; supporting policies that protect and conserve our natural resources; and educating the public about the importance of agriculture and the challenges that farmers face.
By working together to address these challenges, we can ensure that our community is able to continue producing the food we need to feed our growing population long into the future.