¿Qué medidas se deben tomar para limitar el impacto de la publicidad en nuestra alimentación

La publicidad es una forma de comunicación que tiene como objetivo influir en el comportamiento de los individuos con respecto a un producto, servicio o marca. En el caso de la alimentación, la publicidad puede tener un impacto significativo en nuestras decisiones de compra y, por ende, en nuestra salud.

Aunque en muchos países existen regulaciones que intentan limitar el impacto de la publicidad en la alimentación, ésta sigue siendo una industria multimillonaria con un gran poder de influencia. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2014 se gastaron más de US$1,000 millones en publicidad y marketing de alimentos y bebidas en todo el mundo.

La publicidad puede ser muy persuasiva, especialmente para los niños. Los anuncios suelen mostrar alimentos y bebidas apetitosos y poco realistas, lo que puede dar lugar a expectativas irrealistas sobre lo que estamos consumiendo. También se utilizan técnicas subliminales para captar nuestra atención e influir en nuestras decisiones de compra.

Los efectos de la publicidad en la alimentación pueden ser perjudiciales para la salud, especialmente si nos está animando a consumir alimentos y bebidas poco saludables. Se ha demostrado que la exposición constante a imágenes de comida rica en calorías y grasas puede aumentar el riesgo de obesidad. También se ha relacionado la publicidad de alimentos con un mayor consumo de bollería industrial, refrescos azucarados y otros alimentos altamente procesados, así como con una dieta menos variada y más pobre en nutrientes.

Aunque no podemos evitar completamente la publicidad, podemos tomar medidas para limitar su impacto en nuestras decisiones de compra y, por ende, en nuestra salud. Aquí tienes algunas ideas:

– Limita el tiempo que pasas viendo televisión o navegando por internet. Dedica más tiempo a actividades que no requieran estar sentado frente a una pantalla.

– Encuentra alternativas a las películas y programas infantiles repletos de anuncios. Hay muchas opciones disponibles en internet, así como en DVD.

– Alquila o compra películas y programas sin anuncios. Esto es posible en algunas plataformas de streaming y canales de televisión por cable/satélite.

– Cuando veas anuncios de alimentos o bebidas, cuestiona lo que estás viendo. ¿Están los alimentos representados de manera realista? ¿Están exagerando las propiedades del producto? ¿Te están mostrando sólo un aspecto del producto (por ejemplo, la cobertura chocolate pero no el pastel debajo)?

– Informa a tus hijos sobre cómo funciona la publicidad. Ayúdalos a reconocer los trucos utilizados para persuadirnos y animarles a hacer preguntas críticas acerca de lo que ven.