¿Cómo se puede identificar una fuente de alimentación

Introducción

La energía eléctrica es una de las cosas más importantes en nuestras vidas. Sin ella, no podríamos encender las luces, usar los electrodomésticos o incluso cargar nuestros teléfonos. Como tal, es crucial que entendamos cómo funciona y, si tenemos problemas con nuestra fuente de alimentación, saber cómo identificar la fuente del problema.

¿Qué es una fuente de alimentación?

Una fuente de alimentación es un dispositivo que convierte la energía eléctrica en una forma que puede ser utilizada por otros dispositivos. Las fuentes de alimentación se utilizan en una gran variedad de aplicaciones, desde ordenadores y teléfonos inteligentes hasta televisores y bombillas LED. En general, cualquier dispositivo que utilice electricidad necesitará una fuente de alimentación para funcionar.

Las fuentes de alimentación también se conocen como transformadores o rectificadores. Transforman la energía eléctrica alterna (AC) en corriente continua (CC). La mayoría de las fuentes de alimentación también realizan otra función importante: convierten la tensión eléctrica a un nivel adecuado para el dispositivo que están alimentando. Por ejemplo, la mayoría de los teléfonos celulares requieren 5 voltios (v) de energía, mientras que un televisor puede requerir hasta 200 v.

¿Cómo funcionan las fuentes de alimentación?

La mayoría de las fuentes de alimentación utilizan dos componentes principales para convertir la energía eléctrica: diodos y condensadores. Los diodos permiten que la electricidad fluya en un solo sentido, mientras que los condensadores ayudan a regular el flujo de electricidad. En conjunto, estos componentes permiten que la electricidad alterna se convierta en corriente continua y se regula a un nivel adecuado para el dispositivo que está siendo alimentado.

Existen diferentes tipos de fuentes de alimentación, pero todas ellas realizan la misma función básica: transforman la energía eléctrica en otra forma que puede ser utilizada por otros dispositivos. Algunos de los tipos más comunes de fuentes de alimentación son:

• Fuentes de alimentación reguladas: estas fuentes de alimentación mantienen la tensión y la corriente constantes, independientemente de las fluctuaciones en la entrada. Esto las hace ideales para aplicaciones sensibles, como los ordenadores.

• Fuentes de alimentación no reguladas: estas fuentes no mantienen la tensión y la corriente constantes, lo que significa que son menos precisas. No obstante, son más baratas y mucho más simples de construir. Son adecuadas para aplicaciones menos sensibles, como los televisores.

• Fuentes inversoras: estas fuentes convierten la energía DC (corriente continua) en AC (corriente alterna). Se utilizan en aplicaciones como las bombillas fluorescentes compactas (CFL), ya que este tipo de bombilla requiere AC para funcionar.