¿Cómo podemos incluir los alimentos del plato del buen comer en nuestra dieta diaria

La alimentación y la nutrición han estado en el foco de la atención pública durante muchos años. Se ha demostrado que comer de forma saludable es un factor importante para mantenerse en forma y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos por fomentar hábitos alimentarios más saludables, la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso sigue siendo un problema importante en muchos países.

Una de las maneras más efectivas de promover hábitos alimentarios saludables es mediante el uso de herramientas visuales, como el plato del buen comer. El plato del buen comer es una representación gráfica de los diferentes grupos de alimentos que deben incluirse en una dieta saludable. Esta herramienta se ha utilizado con éxito en diversos programas de educación alimentaria, ya que ayuda a las personas a comprender qué tipo y cantidad de alimentos deben comer cada día.

Aunque el plato del buen comer fue originalmente diseñado para niños, también es útil para adultos. De hecho, muchas personas se sorprenden al descubrir cuántos alimentos deben incluirse en una dieta saludable. Por ejemplo, la mayoría de las personas no consume suficientes verduras y frutas, así como cereales integrales y productos lácteos bajos en grasa. Comer una dieta equilibrada no solo es importante para la salud general, sino que también puede ayudar a prevenir o controlar enfermedades crónicas, como la diabetes, las enfermedades cardiacas y algunos tipos de cáncer.

A continuación se presentan algunas ideas para incorporar los alimentos del plato del buen comer en su dieta diaria:

-Incluya una variedad de frutas y verduras en su dieta. Trate de incorporar una variedad de colores y tipos de frutas y verduras en su dieta. Los distintos colores representan diferentes nutrientes, por lo que comer una variedad de frutas y verduras le ayudará a asegurarse de obtener todos los nutrientes necesarios. Además, las frutas y verduras frescas son generalmente más nutritivas que las conservadas o congeladas.

-Elija cereales integrales en lugar de refinados. Los cereales integrales son ricos en fibra y otros nutrientes importantes, mientras que los cereales refinados han sido tratados para eliminar la mayor parte de estos nutrientes. La fibra ayuda a mantener un peso saludable y también puede ayudar a controlar el azúcar en sangre y el colesterol.

-Consuma productos lácteos bajos en grasa o descremados. Los productos lácteos enteros contienen altas cantidades de grasa saturada, que puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiacas. Los productos lácteos descremados o bajos en grasa son una opción mucho más saludable. Además, la leche y otros productos lácteos son ricos en calcio, que es necesario para mantener huesos fuertes.

-Limite la cantidad de carne roja que consume. La carne roja es alta en grasa saturada y colesterol, por lo que es mejor limitarla o evitarla si es posible. Si consume carne roja, trate de elegir cortes magros o desgrasados ​​y cocínela sin grasa adicional. También puede incorporar carnes blancas, como pollo o pavo, que son más bajas en grasa y calorías.

-Pruebe nuevos tipos de proteínas vegetarianas. Si bien la carne es una buena fuente de proteínas, también existen muchas opciones vegetarianas saludables. Las legumbres, los frijoles, las semillas y otros granos son todas buenas fuentes de proteínas vegetales. Los vegetarianos también pueden obtener proteínas de huevos, productos lácteos y tofu.

-Reduzca la cantidad de aceite que utiliza para cocinar. El aceite no solo aumenta el contenido calórico de los alimentos, sino que también puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiacas. Si necesita aceite para cocinar, trate de usar aceites vegetales menos saturados, como el aceite de canola o el aceite de oliva. También puede reducir la cantidad de aceite utilizando métodos alternativos de cocción, como hornear o asar.