¿Cómo podemos saber si los alimentos están contaminados

La contaminación de los alimentos es un problema serio a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren más de 2 millones de personas a causa de enfermedades transmitidas por alimentos. La mayoría de estas muertes se producen en países en desarrollo, donde la falta de higiene y las condiciones precarias hacen que los alimentos contaminados sean una amenaza constante.

Aunque en Occidente también se producen casos de intoxicación por comida, éstos suelen ser mucho menos graves ya que contamos con un sistema de control más eficaz. No obstante, cada vez son más frecuentes los brotes de toxiinfección alimentaria, por lo que es importante estar alerta.

¿Cómo se contaminan los alimentos?

Los agentes contaminantes pueden ser bacterias, virus, hongos o parasites. Éstos pueden estar presentes en el agua, en el suelo o en los animales que consumimos. También pueden estar presentes en los utensilios y superficies con los que manipulamos los alimentos.

La forma más común de contraer una toxiinfección alimentaria es ingerir agua o alimentos contaminados con bacterias del grupo E coli, salmonela o estafilococo. También es posible contraerla a través del contacto directo con una persona infectada o manipulando utensilios o superficies contaminadas.

Los síntomas de una toxiinfección alimentaria suelen manifestarse entre 6 y 72 horas después de ingerir los alimentos contaminados. Los principales síntomas son diarrea, vómitos, dolores abdominales y fiebre. Si los síntomas son muy severos, puede ser necesario hospitalizar al paciente.

¿Cómo podemos evitar la contaminación de los alimentos?

La mejor forma de evitar la contaminación de los alimentos es mantener unas buenas medidas higiénicas tanto en nuestra cocina como en nuestros hábitos alimentarios. A continuación te detallamos algunas recomendaciones:

-Lavarse las manos con frecuencia: especialmente después de ir al baño, tocar animales o manipular productos crudos.
-Cocinar bien los alimentos: asegurándose de que están bien cocidos y manipulándolos adecuadamente durante el proceso.
-Mantener los alimentos limpios y frescos: lavando frutas y verduras antes de consumirlas y guardando los productos en la nevera una vez abiertos.
-Evitar el contacto entre productos crudos y cocinados: utilizando utensilios diferentes para manipularlos y lavándolos cuidadosamente después.
-No consumir productos caducados: presta atención a las fechas de caducidad de los productos y no consumas nada que haya pasado dicha fecha.
-Tener cuidado con el agua: asegurarse de que el agua que se consume está potable y no utilizarla si no estás seguro.