¿Cómo pueden solucionarse estos problemasbr

En España, uno de cada cuatro niños vive en pobreza. Según el último informe de Unicef, el 24,4% de los menores de 18 años en nuestro país se encuentra en esta situación, lo que supone más de 2,2 millones de niños y adolescentes. La cifra es alarmante, pero no sorprende si tenemos en cuenta que la tasa de pobreza en España es del 20,5%. Sin embargo, estos datos no tienen por qué ser una sentencia. Aunque la pobreza infantil es un problema complejo que requiere un abordaje multisectorial, existen soluciones para mejorar la situación de estos niños y luchar contra la desigualdad.

La primera medida que se debería adoptar es mejorar el acceso a la educación. Aunque en España el sistema educativo es gratuito y obligatorio hasta los 16 años, existen numerosos obstáculos que dificultan el acceso a la escuela de niños y adolescentes en situación de pobreza. En primer lugar, las familias más pobres suelen tener menos recursos para hacer frente a los gastos escolares (libros, materiales, uniformes…), lo que les lleva a optar por escuelas públicas de peor calidad o incluso a abandonar los estudios. En segundo lugar, el horario escolar no siempre se adapta a las necesidades de las familias trabajadoras, lo que dificulta que puedan llevar a sus hijos a clase o recogerlos después. Y en tercer lugar, muchas familias en situación de pobreza viven en barrios periféricos o rurales donde no hay transporte público adecuado para llevar a los niños a la escuela.

Por tanto, para mejorar el acceso de los niños en situación de pobreza a la educación, se deben adoptar medidas como facilitar el pago de los gastos escolares, flexibilizar el horario escolar o garantizar el transporte escolar. También se debería potenciar la formación profesional como vía para acceder a un empleo digno y mejorar así las condiciones de vida de estas familias.

Otra solución para combatir la pobreza infantil es mejorar el acceso a los servicios sociales. Las familias en riesgo de exclusión social tienen derecho a servicios como la atención domiciliaria (limpieza, cocina…), el apoyo escolar o el transporte adaptado. Sin embargo, muchas veces estos servicios no están disponibles o son inaccesibles para las familias más vulnerables. Por ello, se deben garantizar estos servicios sociales básicos y hacerlos más accesibles para todos.

Asimismo, se deben impulsar medidas para favorecer la inserción laboral de las madres solteras o sin empleo. De este modo podrán contribuir económicamente al hogar y mejorar así las condiciones de vida de toda la familia. Se trata de una solución win-win: por un lado, las madres podrán salir del círculo vicioso de la pobreza y, por otro lado, sus hijos tendrán un referente laboral y podrán ver reflejadas sus aspiraciones en él.

Por último, cabe destacar la importancia de fomentar entre la ciudadanía valores como la solidaridad y la igualdad. En un país con tanta desigualdad como España, es fundamental que todos nos comprometamos a luchar contra las injusticias sociales y a construir un país más justo e igualitario para todos. Sólo así podremos erradicar la pobreza infantil y garantizar un futuro mejor para todos nuestros niños.