¿Por qué es importante alimentarse bien

La alimentación es uno de los pilares de la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una buena alimentación es aquella que permite mantener o mejorar la salud, y esto es posible gracias a los nutrientes que aporta.

Los seres humanos necesitamos nutrientes para vivir, crecer y desarrollarnos correctamente, así como para prevenir enfermedades. Los nutrientes se encuentran en los alimentos, y por ello es importante seguir una dieta equilibrada y variada para asegurarnos de obtener todos los nutrientes que necesitamos.

La mayoría de las personas pueden mantener una buena salud con una dieta bien equilibrada, pero hay ciertos grupos de población que requieren cuidados especiales en cuanto a su alimentación. Estos son los niños, los adolescentes, las mujeres embarazadas o lactantes, las personas mayores, las personas con enfermedades crónicas y las personas que hacen mucho ejercicio.

Algunas personas tienen problemas para alimentarse bien debido a cuestiones económicas o sociales. Es importante tener en cuenta que una mala alimentación puede causar anemia, deficiencies vitamínicas y minerales, sobrepeso u obesidad, enfermedades del corazón, osteoporosis, diabetes tipo 2 y cáncer.

Por ello, es fundamental prevenir estos problemas mediante una buena alimentación. Para ello, se recomienda seguir una dieta variada y equilibrada basada en los siguientes principios:

– Comer de todos los grupos de alimentos. Los alimentos se dividen en cuatro grandes grupos: cereales y derivados; frutas y verduras; carnes, pescados y huevos; y lácteos. Es importante consumir diariamente productos de todos estos grupos para asegurarnos de obtener todos los nutrientes necesarios.

– Consumir alimentos frescos y evitar los procesados. Los alimentos frescos son aquellos que no han sido sometidos a ningún tipo de procesado industrial. Son más naturales y suelen tener menos grasa, azúcar y sal. Por ello, son más saludables y nutricionalmente más completos.

– No saltarse comidas. Es importante mantener un horario regular de comidas para evitar el hambre entre ellas. De esta forma podremos controlar mejor lo que comemos y evitaremos picotear alimentos poco saludables.

– Moderar el consumo de grasa, azúcar y sal. Estos ingredientes no son necesarios para la vida, pero sí para la cocina. Aunque no debemos eliminarlos por completo de nuestra dieta, sí debemos moderar su consumo ya que son muy calóricos y pueden causar problemas de salud si se consumen en exceso.

– Beber abundante agua. El agua es imprescindible para mantenernos hidratados y ayuda a regular la temperatura corporal, entre otras funciones vitales. Se recomienda beber entre 1,5 litros y 2 litros de agua al día.