¿Cómo aprovechaban las frutas y verduras que encontraban en su entorno

Las frutas y verduras son una parte importante de la dieta humana. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda consumir al menos 400 gramos de frutas y verduras por día para mantener una dieta saludable. Sin embargo, muchas personas no consumen la cantidad recomendada de frutas y verduras debido a su costo, falta de acceso o simplemente porque no les gusta el sabor.

Por otro lado, existen muchas personas que viven en entornos rurales o en zonas de pobreza en las que tienen acceso a frutas y verduras frescas, pero no siempre saben cómo aprovecharlas. A menudo, estas personas no tienen acceso a información sobre nutrición o simplemente no tienen los medios para cocinar sus propias frutas y verduras.

En este artículo, queremos dar algunos consejos sobre cómo aprovechar mejor las frutas y verduras que se encuentran en su entorno.

La primera idea es tratar de comer al menos la mitad de su plato en forma de frutas y verduras. Esto significa que, si usted normalmente come un plato de pasta con salsa de tomate y queso, ahora intentará comer un plato con la misma cantidad de pasta, pero con la mitad de salsa y la mitad de un puñado de verduras picadas. De esta forma, usted estará consumiendo más nutrientes y vitaminas sin aumentar significativamente la cantidad de calorías que consume.

Otra forma de aprovechar mejor las frutas y verduras es cocinarlas de maneras que maximicen sus beneficios para la salud. Por ejemplo, las verduras crucíferas como el brócoli, el repollo o las coles de Bruselas son ricos en una sustancia llamada glucosinolato, que tiene propiedades anticancerígenas. Sin embargo, esta sustancia se pierde cuando se cocinan las verduras demasiado. Así que si quieres aprovechar al máximo los beneficios para la salud de las verduras crucíferas, trata de hervirlas o saltearlas rápidamente en lugar de cocinarlas.

Las frutas también son una excelente fuente de nutrientes y vitaminas, pero muchas veces se descartan porque están dañadas o sencillamente no son apetitosas. Si usted tiene acceso a frutas frescas, trate de comprar aquellas que estén un poco maduras pero todavía sanas. Las frutas maduras suelen ser más dulces y jugosas, por lo que son más fáciles de comer. También puede utilizar frutas maduras para hacer postres o batidos naturales.

Por último, si usted tiene acceso a productos frescos, pero no siempre puede permitirse comprarlos, trate de buscar maneras creativas de aprovecharlos. Por ejemplo, si usted vive en una zona rural donde hay abundantes cosechas durante determinadas épocas del año, trate de comprar grandes cantidades cuando estén en temporada y congelarlos o conservarlos para consumirlos durante el resto del año. De esta forma podrá disfrutar de los beneficios nutricionales de las frutas y verduras frescas sin tener que gastar mucho dinero.