¿Cómo se pueden modificar los hábitos alimentarios para mejorar la salud renalsigma alimentos xalostoc

La función renal es vital para el organismo, ya que regula el agua y los electrolitos en el cuerpo, elimina los residuos del metabolismo y produce hormonas que intervienen en la homeostasis del calcio y la presión arterial.

Un buen funcionamiento de los riñones depende de una alimentación adecuada y de un estilo de vida saludable. De hecho, la mayoría de las enfermedades renales pueden prevenirse con una buena alimentación y un estilo de vida saludable.

La dieta para personas con problemas renales debe ser baja en proteínas, sodio y potasio, y alta en fibra. Se recomienda comer muchas frutas, verduras y cereales integrales, mientras que hay que limitar la ingesta de carnes rojas y procesadas, productos lácteos enteros, azúcares refinados, aceites saturados, harinas refinadas y alimentos ricos en grasas trans.

También es importante mantener un peso saludable, controlar la presión arterial y hacer ejercicio regularmente.

A continuación se presentan algunos consejos para mejorar los hábitos alimentarios y así cuidar mejor de los riñones:

1. Limite el consumo de proteínas: las personas con problemas renales deben limitar el consumo de proteínas, ya que éstas aumentan la excreción de urea y ácido úrico. Se recomienda comer no más de 0,8-1 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día. Las fuentes de proteína más saludables son las carnes magras, los pescados, las aves sin piel, los huevos, las legumbres, las nueces y semillas.

2. Baje el consumo de sodio: el exceso de sodio retiene líquidos en el cuerpo y aumenta la presión arterial. Por lo tanto, es importante limitar el consumo de sal. Se recomienda comer menos de 2 gramos (2000 miligramos) de sodio al día. Para reducir el consumo de sodio, hay que evitar los alimentos procesados, embutidos y enlatados; utilizar hierbas y especias en lugar de sal; no añadir sal a los alimentos; leer las etiquetas para elegir los alimentos con menor contenido en sodio; cocinar en casa utilizando ingredientes frescos.

3. Aumente el consumo de potasio: el potasio es un mineral importante que ayuda a regular el equilibrio electrólico en el cuerpo y a mantener un ritmo cardiaco normal. Sin embargo, las personas con problemas renales deben limitar su consumo debido a que este mineral se excreta por los riñones. Se recomienda comer no más de 2000-3000 mg de potasio al día. Las fuentes más ricas en potasio son los plátanos, las papayas, las naranjas, los tomates, las batatas sweet potatoes), las espinacas, los frijoles negros y las lentejas.

4. Coma más fibra: la fibra dietética ayuda a regular el tránsito intestinal y a reducir el colesterol sanguíneo. También puede ayudar a controlar la diabetes tipo II ya que retarda la absorción de glucosa en el intestino delgado. Se recomienda comer 25-30 gramos de fibra al día. Las buenas fuentes de fibra son los cereales integrales (por ejemplo: avena), las verduras (por ejemplo: brócoli), las frutas (por ejemplo: manzanas), las legumbres (por ejemplo: frijoles) y las nueces (por ejemplo: almendras).

5. Beba suficientes líquidos: es importante beber suficientes líquidos durante todo el día para mantener un buen balance hídrico en el cuerpo. Los expertos recomiendan beber 8 vasos (64 onzas) de agua al día. Sin embargo, esta cantidad varía según el peso corporal, la actividad física y otros factores individuales. Las personas con problemas renales deben consultar a un médico o dietista para saber cuánta agua deben beber diariamente.

6. Evite o limite el consumo de alcohol: el alcohol puede causar daño renal si se consume en exceso o si se tiene una predisposición genética. Por lo tanto, es importante limitar o evitar el consumo de alcohol si se tiene un problema renal o si se está en riesgo de desarrollarlo.

7. Mantenga un peso saludable: el sobrepeso u obesidad están asociados con diversos problemas crónicos como la diabetes tipo II, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares; todos ellos pueden dañar gravemente los riñones. Por lo tanto, es importante mantener un peso corporal ideal mediante una combinación de dieta balanceada y actividad física regular