¿Cuáles son las consecuencias de comer alimentos contaminados

Ingerir alimentos contaminados puede causar una serie de problemas de salud, desde gastroenteritis leve hasta enfermedades más graves como cólera o salmonela. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren 1,7 millones de personas por enfermedades transmitidas por alimentos.

La mayoría de estas enfermedades se deben a microorganismos como bacterias, virus y parásitos, que pueden contaminar los alimentos en cualquier momento del proceso de producción, desde la granja hasta la mesa. La contaminación microbiana de los alimentos es un problema mundial y es responsable de un tercio de todas las enfermedades transmitidas por alimentos.

Las bacterias son los agentes causales más comunes de enfermedades transmitidas por alimentos y pueden provocar gastroenteritis, diarrea o incluso sepsis (infección generalizada del torrente sanguíneo). Algunas bacterias también pueden causar enfermedades más graves, como cólera, listeriosis o salmonelosis.

Los virus también son responsables de muchas enfermedades transmitidas por alimentos, incluidas gastroenteritis y hepatitis A. En general, los virus no causan enfermedades graves, pero pueden ser mortales para personas con un sistema inmunológico debilitado, como los bebés, los ancianos o las personas con VIH/SIDA.

Los parásitos intestinales son menos comunes que las bacterias y los virus, pero también pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos. La infección más común es la toxoplasmosis, que se transmite a través de carne cruda o mal cocida contaminated with the toxoplasma parasite. Toxoplasmosis can cause flu-like symptoms and can be particularly dangerous for pregnant women and their unborn babies.

Ingerir agua o alimentos contaminados con excrementos humanos es la principal causa de hepatitis A, una enfermedad grave del hígado. Hepatitis A también se puede transmitir a través de contacto directo con una persona infectada o mediante el uso de agujas contaminadas. Otras enfermedades que se pueden transmitir a través de agua o alimentos contaminados con excrementos humanos son salmonela, shigella, E. coli y Giardia lamblia.

La contaminación química de los alimentos es un problema menos común pero no por ello menos peligroso. Los productos químicos como el arsénico y el plomo pueden contaminar el agua y los suelos, y a su vez los alimentos cultivados en estas tierras. El mercurio también es un elemento químico que puede contaminar los peces y mariscos.

Ingerir grandes cantidades de mercurio puede provocar daños cerebrales irreversibles, así como problemas del corazón, del riñón y del sistema nervioso central. El mercurio también es un elemento químico peligroso para el feto durante el embarazo, ya que puede causar defectos de nacimiento y retraso mental.

La ingestión de sustancias radioactivas es otra forma de contaminación química de los alimentos. La radiación nuclear puede contaminar el agua y los suelos, así como los alimentos cultivados en estas áreas. La exposición a altas dosis de radiación nuclear puede causar cáncer y otros problemas de salud graves.

Para evitar ingerir alimentos contaminados, es importante seguir una serie de medidas preventivas:

-Lavarse las manos: lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar o consumir los alimentos es la mejor forma de prevenir la contaminación microbiana.
-Cocinar los alimentos adecuadamente: cocinar los alimentos a la temperatura adecuada matará a muchas bacterias y virus; sin embargo, hay algunos parásitos que no se eliminan con el calor y por lo tanto es importante evitar el consumo de carne cruda o mal cocida.
-Limpiar: limpiar todas las superficies y utensilios que entran en contacto con los alimentos ayuda a prevenir la contaminación microbiana.
-Separar: evitar mezclar diferentes tipologías de alimentos ayuda a prevenir la cross-contaminación; por ejemplo, no mezclar carne cruda con verduras cocidas o lavadas