¿Cuáles son las consecuencias de la eliminación de los alimentos no digeridos

El proceso de digestion comienza en la boca con la masticacion de los alimentos. La saliva, que contiene enzimas, mezcla-se con los alimentos mientras son masticados y esto ayuda a descomponerlos. Los alimentos masticados y mezclados con saliva se tragan y pasan a la faringe. La faringe es un tubo musculoso que conecta la boca y la garganta con el estomago. Los movimientos peristalticos de la faringe transportan los alimentos mezclados con saliva en bolos hacia el estómago.

El estómago es una parte del sistema digestivo que se encuentra entre la faringe y el intestino delgado. Tiene una forma de J invertido y está dividido en cuatro regiones: cardias, fundus, cuerpo y piloro. La función principal del estómago es recibir los alimentos ingeridos, mezclarlos con jugos gástricos y después enviarlos al intestino delgado en pequeñas porciones llamadas quimo.

Los jugos gástricos son una mezcla de ácido clorhídrico, enzimas proteolíticas y mucus gástrico. El ácido clorhídrico ayuda a disolver las proteínas de los alimentos ingeridos para que las enzimas proteolíticas puedan actuar sobre ellas. El mucus gástrico protege las paredes del estómago de la acción corrosiva del ácido clorhídrico.

La digestión de los carbohidratos comienza en el estómago, pero la mayor parte ocurre en el intestino delgado. En el estómago, los carbohidratos se hidrolizan parcialmente en azúcares simples como glucosa y fructose. Esta hidrólisis continúa en el intestino delgado donde se completa la digestión de los carbohidratos y se absorben los azúcares simples.

La digestión de las grasas comienza en el estómago con la emulsificación de las moléculas de grasa por las sales biliares. Las sales biliares son compuestos producidos por el hígado y secretados por la vesícula biliar. La emulsificación facilita la digestión de las grasas por las enzimas lipases presentes tanto en el estómago como en el intestino delgado. Las enzimas lipases rompen las moléculas de grasa en componentes más pequeños llamados ácidos grasos y glicerol. Los ácidos grasos son absorbidos por el intestino delgado y utilizados por el cuerpo para obtener energía o para otros fines metabólicos. El glicerol es absorbido también por el intestino delgado y metabolizado en glucosa o utilizado para producir energía.

La digestión de las proteínas comienza en el estómago con la acción del ácido clorhídrico sobre ellas. El ácido clorhídrico denatura las proteínas, lo que les permite ser atacadas por enzimas proteolíticas como pepsina. La pepsina rompe las proteínas en fragmentos menores denominados peptidios. Esta digestión continúa en el intestino delgado donde otras enzimas proteolíticas completan la digestión de las proteínas ingeridas hasta convertirlas en aminoácidos, que son absorbidos por el intestino delgado e utilizados para diversos fines metabólicos tales como la síntesis de nuevas proteínas o la producción de energía.

La eliminación de los alimentos no digeridos tiene consecuencias adversas para la salud. En primer lugar, puede causar problemas digestivos como flatulencia, diarrea o estreñimiento. En segundo lugar, puede afectar negativamente la absorción de nutrientes esenciales para el funcionamiento normal del cuerpo. Y en tercer lugar, puede provocar malestar general y debilitamiento del organismo debido a la falta de nutrientes adecuados.