¿Cuántos banco de alimentos hay en España

Desde hace unos años, cada vez son más los banco de alimentos que se están creando en España. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el año 2017 había 1.831 entidades de este tipo repartidas por todo el territorio nacional. Estas cifras suponen un incremento del 12% en comparación con 2016, lo que demuestra el buen funcionamiento de este tipo de iniciativas.

Los banco de alimentos son entidades sin ánimo de lucro que se dedican a recoger alimentos no perecederos que, por diversas razones, no han podido ser vendidos y que, por tanto, estarían destinados a la basura. No obstante, estos productos son perfectamente aptos para el consumo humano y, por ello, los banco de alimentos se encargan de redistribuirlos entre aquellas personas y familias que más lo necesitan. De esta forma, se evita que estos alimentos se malgasten y se contribuye a mejorar la situación nutricional de aquellas personas que pasan por dificultades.

Para poder llevar a cabo su labor, los banco de alimentos cuentan con la colaboración de diferentes agentes: desde empresas del sector agroalimentario que donan sus productos no comercializables hasta particulares que aportan sus excedentes de comida. También juegan un papel importante las administraciones públicas, ya que facilitan el trabajo de estas entidades a través de subvenciones y ayudas.

La labor de los banco de alimentos es crucial para luchar contra el hambre en España. Según datos del Observatorio Español sobre Seguridad Alimentaria (OESA), en nuestro país hay 3,6 millones de personas en riesgo de pobreza energética, es decir, aquellas que no pueden permitirse cubrir sus necesidades básicas en materia de alimentación. Sin embargo, gracias a la labor de estas entidades, cada vez son menos las personas que pasan hambre en España. De hecho, el OESA también ha señalado que el número de personas en riesgo de pobreza energética ha disminuido en un 8% desde 2016.

Aunque la labor de los banco de alimentos es fundamental para luchar contra el hambre y la malnutrición, estas entidades no pueden solucionar por sí solas este problema. Es necesario que todos los agentes implicados (empresarios, administraciones públicas, ONG’s, etc.) continuemos trabajando conjuntamente para garantizar un acceso equitativo a los alimentos para todos los ciudadanos.