¿Cómo se puede mejorar un sistema de alimentación eléctrica?
La mayoría de los hogares y negocios en los Estados Unidos están alimentados por un sistema de alimentación eléctrica. Esto significa que la electricidad que se utiliza para encender luces, operar electrodomésticos y máquinas, y hacer funcionar otros dispositivos eléctricos proviene de una central eléctrica. A su vez, estas centrales eléctricas reciben su energía de plantas generadoras de energía, que utilizan diversas fuentes de energía, como el carbón, el gas natural, la energía hidráulica y la energía solar.
Aunque el sistema de alimentación eléctrica estadounidense es uno de los más grandes y complejos del mundo, no es perfecto. De hecho, existen varias maneras en que se podría mejorar. Estas son algunas de las formas en que se podría mejorar un sistema de alimentación eléctrica:
1) Aumentar la eficiencia: Una manera en que se podría mejorar un sistema de alimentación eléctrica es aumentando su eficiencia. La eficiencia se refiere a la cantidad de energía que se produce o utiliza respecto a la cantidad de energía que se pierde. Por ejemplo, si una central eléctrica produce 100 kilovatios-hora (kWh) de electricidad y solo se utilizan 90 kWh, entonces el nivel de eficiencia es del 90%.
Existen varias maneras de aumentar la eficiencia en un sistema de alimentación eléctrica. Por ejemplo, se podrían utilizar nuevas tecnologías para reducir las pérdidas durante el transporte de electricidad desde las centrales eléctricas hasta los hogares y negocios. También se podrían mejorar los procesos en las centrales eléctricas para reducir las pérdidas durante la generación de electricidad.
2) Reducir la dependencia de los combustibles fósiles: Otra manera en que se podría mejorar un sistema de alimentación eléctrica es reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles. Los combustibles fósiles son materiales orgánicos que se han convertido en carbón, petróleo o gas natural a través del proceso de fosilización. Los combustibles fósiles son utilizados para producir electricidad en muchas centrales eléctricas del país.
Sin embargo, los combustibles fósiles son una fuente no renovable de energía, lo que significa que eventually se agotarán. Además, quemar combustibles fósiles para producir electricidad libera dióxido de carbono (CO2), un gas que contribuye al cambio climático. Por estas razones, es importante reducir la dependencia del sistema de alimentación eléctrica estadounidense de los combustibles fósiles.
Una manera de reducir la dependencia del sistema eléctrico estadounidense de los combustibles fósiles es aumentando la cantidad de electricidad que se genera a partir de fuentes renovables de energía, como la energía solar y eólica. En 2017, las fuentes renovables representaron el 17% de toda la electricidad generada en los Estados Unidos. Se espera que este porcentaje aumente a medida que disminuya el costo de las tecnologías renovables y aumente la demanda por parte del público por electricidad limpia y verde.
3) Mejorar la resiliencia: Un tercer aspecto que se podría mejorar en un sistema de alimentación eléctrica es su resiliencia. La resiliencia se refiere a la capacidad de un sistema para resistir o recoverarse después de un evento adversario, como un corte generalizado o un huracán.
Los eventos adversos pueden tener un impacto significativo en un sistema de alimentación eléctrica debido a las interrupciones del suministro de energía. Por ejemplo, si hay un apagón generalizado debido a un huracán, puede llevar días o incluso semanas restaurar el suministro completo de electricidad. Esto puede causar muchos problemas para las personas y negocios que dependen del suministro electrónico para sus actividades cotidianas.
Para mejorar la resiliencia del sistema eléctrico estadounidense, se podrían tomar varias medidas. Por ejemplo, se podrían construir más líneas subterráneas para transportar electricidad, ya que son menos propensas a ser dañadas por eventos adversos como huracanes o tormentas severas. También se podrían instalar equipos adicionales en centrales eléctricas y plantas generadoras para permitir que continúen funcionando durante eventos adversos. Finalmente, se podrían realizar simulaciones regulares para ayudar a planificar mejor cómo responder ante eventos adversarios futuros.