Descomponer los alimentos es importante porque ayuda a la digestión. La digestión es el proceso en el cuerpo humano que transforma los alimentos ingeridos en nutrientes que el cuerpo puede absorber. El proceso de descomposición de los alimentos comienza en la boca con la acción de la saliva. La saliva contiene enzimas que comienzan a romper las moléculas de los carbohidratos en azúcares simples. Esto continuará en el estómago, donde los jugos gástricos se unen a la mezcla para seguir disgregando los nutrientes. A medida que los alimentos se mueven a través del intestino delgado, más nutrientes son extraídos hasta que finalmente llegan al colon, donde se absorben agua y electrolitos. El proceso termina cuando lo que queda de los alimentos sin digerir es eliminado del cuerpo como desechos.
La importancia de descomponer los alimentos correctamente va más allá de simplemente permitir que el cuerpo obtenga los nutrientes necesarios. También es importante para la salud general del tracto gastrointestinal y el sistema inmunológico. Una vez que los alimentos han sido digeridos y absorbidos, el cuerpo utiliza los nutrientes para mantener todas las funciones corporales, incluidas las defensas contra enfermedades. Los nutrientes también se utilizan para producir energía y reparar tejidos dañados. Si los alimentos no se digieren correctamente, el cuerpo no puede absorber todos los nutrientes necesarios y esto puede tener un efecto negativo en la salud.
Hay muchas razones por las que los alimentos pueden no ser digeridos correctamente. Una mala higiene oral puede ser un factor, ya que si no se cepilla correctamente los dientes o se usa un enjuague bucal adecuado, la saliva no puede hacer su trabajo de pre-digestión de los carbohidratos. Otro factor es comer demasiado rápido o masticar mal, lo que significa que los alimentos no se mezclan adecuadamente con la saliva antes de pasar al estómago. También pueden haber problemas en el estómago o intestinos, como gastritis, úlceras, inflamación del intestino o enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico, que interfieren con la capacidad del cuerpo para producir las enzimas necesarias para digerir correctamente los alimentos o absorber los nutrientes después de la digestión.
Cualquiera que sea la causa, si los alimentos no se descomponen correctamente, pueden quedar residuos en el colon. Esto puede conducir a una variedad de problemas de salud, incluyendo gases y distensión abdominal, heces sueltas o diarrea, ardor estomacal y reflujo ácido. En casos extremos, pueden surgir complicaciones más graves como obstrucción intestinal o enteritis bacteriana. Por lo tanto, es evidente que es muy importante hacer todo lo posible por asegurarse de que los alimentos se descompongan correctamente durante la digestión.
Hay varias maneras de facilitar la descomposición de los alimentos durante la digestión. La primera y quizás más importante es elegir cuidadosamente los alimentos que se consumen. Los alimentos fritos, grasientos o altos en azúcar refinada son particularmente difíciles de digerir y deben evitarse si es posible. En general, cuanto más naturales y menos procesados son los alimentos, mejor será para la digestión. Los vegetales crudos y frutas frescas son buenos ejemplos de este tipo de alimentos; sin embargo, tenga cuidado con aquellos que son particularmente difíciles de digerir como las legumbres o el brócoli. Otra opción es cocinar los vegetales para ablandarlos un poco y hacerlos más fáciles de digerir; sin embargo, esto también reduce la cantidad de vitaminas y minerales presentes en ellos.
Otro factor importante a tener en cuenta es la hidratación. Beber suficiente agua ayuda a mantener el tracto gastrointestinal húmedo y saludable, lo que facilita el movimiento de los residuos a través del sistema y previene la constipación. De hecho, muchas personas encuentran que beber agua durante y después de las comidas les ayuda a prevenir indigestión y otros problemas relacionados con la digestión. Además del agua, existen otros líquidos que pueden ser beneficiosos para la digestión; por ejemplo, el jugo de manzana diluido con agua actúa como un laxante natural suave e infusiones herbales como manzanilla o anís pueden ser calmantes para el estómago irritado o inflamado .
Por último, pero no menos importante, es importante tener en cuenta el estrés. El estrés puede interferir con todo el sistema digestivo y causar problemas relacionados con la digestión como acidez estomacal e hinchazón abdominal. Es importante intentar minimizar el estrés tanto como sea posible; sin embargo, si es inevitable sentirse estresado en determinadas situaciones (por ejemplo, antes de un examen importante), hay varias maneras de reducir su impacto negativo sobre el sistema digestivo . Algunas personas encuentran beneficioso tomar un baño caliente o relajante antes de comenzar un evento estresante; Otros prefieren hacer ejercicio moderado o leer un libro tranquilo para distraerse un poco del estrés antes affrontarlo directamente .