¿A qué se deben las grandes cantidades de comida que se tiran a diario

A diario, miles de toneladas de comida se tiran a la basura en todo el mundo. ¿Qué está pasando?

La comida es uno de los bienes más preciados que existen. Es algo que nos da energía y vitalidad, y sin ella no podemos sobrevivir. Sin embargo, cada día se tiran a la basura grandes cantidades de comida, mucha de ella en perfecto estado y lista para ser consumida. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año se tiran 1,3 billones (1.300.000.000.000) de toneladas de comida, lo que equivale al 30% de toda la producción agrícola del mundo.

¿Por qué se tira tanta comida? Hay varias razones. En primer lugar, hay mucha comida que se produce y que no llega a consumirse porque se estropea antes. Según la FAO, unos 800 millones de personas en el mundo pasan hambre, mientras que otros 2,000 millones sufren de deficiencias nutricionales. Esto quiere decir que hay mucha comida que se produce pero que no llega a las personas que realmente necesitan.

En segundo lugar, hay mucha comida que se produce y que no se consume porque no es «perfecta». Los estándares establecidos por los supermercados y otras compañías son muy altos, y exigen que la comida sea «perfecta» en cuanto a su aspecto y tamaño. Esto significa que muchas frutas y verduras que son completamente sanas y nutritivas se descartan simplemente porque no cumplen con estos estándares.

En tercer lugar, hay mucha comida que se produce pero que no se consume porque se vende a precios muy altos. Muchas veces, las personas no pueden permitirse comprar ciertos alimentos porque son demasiado caros. Por ejemplo, en algunos países el precio del arroz es muy elevado, lo que hace que muchas personas pasen hambre o tengan deficiencias nutricionales.

¿Cómo podemos solucionar este problema? En primer lugar, es importante reducir el desperdicio de comida. Para ello, podemos empezar a comprar solo la cantidad de comida que necesitamos y evitar comprar en exceso. También podemos aprender a conservar mejor los alimentos para evitar que se estropeen antes. En segundo lugar, es importante cambiar nuestra mentalidad sobre la «perfection» de los alimentos. Tenemos que empezar a valorar más las frutas y verduras por su contenido nutritivo y no solo por su aspecto exterior. Y en tercer lugar, es importante abogar por un sistema agrícola y alimentario más justo, en el cual todas las personas tengan acceso a los alimentos básicos sin importar su nivel socioeconómico.