¿Está permitido el ingreso de agua

Agua, el elemento indispensable para la vida, es un recurso natural cada vez más escaso. Según el último informe del PNUD, el planeta necesitará un 50% más de agua para satisfacer las demandas de la población en 2030. El agua potable es un bien escaso y preciado, y su ingreso debe ser regulado para proteger este recurso vital.

No obstante, el agua no solo es un recurso natural, sino también un recurso económico. Su uso está regulado por leyes y normas nacionales e internacionales, y es comercializado como un producto. El agua potable es un producto que se produce, distribuye y vende en el mercado.

La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) ha señalado que el acceso al agua potable es un derecho humano fundamental. En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución en la que se reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento. La resolución también insta a los Estados a garantizar el acceso al agua potable y al saneamiento como parte del derecho humano a un nivel de vida adecuado.

El derecho humano al agua potable se basa en el derecho humano a la vida y a la salud, y se reconoce en numerosos instrumentos internacionales de derechos humanos. La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que «toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le permita gozar de salud y bienestar», lo que incluye el «derecho a los alimentos, el agua y el vestido». El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales también reconoce el derecho «al mínimo vital» en relación con el derecho a la vida.

El derecho humano al agua potable tiene tres componentes: el derecho a disponer de agua potable; el derecho a disponer de cantidades suficientes de agua; y el derecho a disponer de agua limpia.

El derecho a disponer de agua potable significa que todas las personas tienen derecho a tener acceso físico y económico al agua potable. Todas las personas deben tener acceso al agua necesaria para satisfacer sus necesidades básicas de higiene, alimentación y bebida. Este acceso no puede ser restringido por ley o por decisiones administrativas.

El derecho a disponer de cantidades suficientes de agua significa que todas las personas deben tener acceso a un suministro continuo e ininterrumpido de agua potable suficiente para satisfacer sus necesidades básicas de higiene, alimentación y bebida. Las personas no deben ser privadas del suministro de agua por motivos discriminatorios.

El derecho a disponer de agua limpia significa que todas las personas deben tener acceso a agua potable que no contenga contaminantes perjudiciales para la salud. El suministro de agua potable limpia es esencial para proteger la salud humana.

La CDHNU ha señalado que el acceso al agua potable es un derecho humano fundamental, y ha instado a los Estados a garantizar su cumplimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha reconocido el derecho humano al agua potable y ha instado a los gobiernos a tomar medidas para garantizar su cumplimiento.

Aunque el reconocimiento del derecho humano al agua potable es un paso importante, no basta con establecer este derecho en ley o en los tratados internacionales. Es necesario garantizar su cumplimiento mediante políticas y programas concretos. Los Estados deben adoptar medidas efectivas para garantizar el acceso universal al agua potable y al saneamiento como parte del derecho humano a un nivel de vida adecuado.