¿Qué consecuencias tiene la mala distribución de alimentos

La mala distribución de alimentos es un problema que afecta a muchas personas en todo el mundo. Según un estudio realizado por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), en 2013, 842 millones de personas en el mundo pasaban hambre. La cifra representaba el 11% de la población mundial.

La mala distribución de alimentos se produce cuando los alimentos no llegan a todas las personas que los necesitan. Esto puede ocurrir por varias razones, como la falta de transporte, la mala calidad de los alimentos o el mal funcionamiento de los mercados.

Esta situación tiene consecuencias graves para la salud de las personas. Según la FAO, el hambre crónica es responsable de la muerte de 3,1 millones de niños cada año. También causa problemas de salud mental y física, así como retrasos en el desarrollo infantil.

Además, la mala distribución de alimentos contribuye a la inseguridad alimentaria, que se define como la falta de acceso sostenido a una alimentación suficiente y nutritiva. En 2017, 815 millones de personas en el mundo pasaban hambre y 2,000 millones eran obesas o tenían sobrepeso.

La inseguridad alimentaria es un problema grave porque no solo afecta a la salud física de las personas, sino también a su bienestar mental y social. Las personas que pasan hambre tienen más probabilidades de sufrir depresión, ansiedad y otros problemas mentales. También son más propensas a experimentar conflictos sociales y violencia.

La mala distribución de alimentos es un problema complicado con muchas causas. Para mejorar la situación, se necesitan soluciones a largo plazo que aborden las causas profundas del problema. Esto incluye mejorar el transporte y la calidad de los alimentos, así como garantizar el acceso a los mercados para todas las personas.