Aunque parezca una pregunta sencilla, la respuesta a esta cuestión es mucho más compleja de lo que puede parecer a primera vista. Para empezar, debemos entender qué es exactamente la adicción a la comida. Según la definición de la Real Academia Española, la adicción es «una inclinación irresistible hacia algo». Esto significa que, si bien algunas personas pueden tener un mayor deseo de comer determinados alimentos, hay otros factores que entran en juego para convertir este deseo en una adicción.
Entre los factores que pueden contribuir a la adicción a la comida se encuentran el estrés, la ansiedad, la depresión, el aburrimiento y el insomnio. Todos estos problemas pueden hacer que una persona se sienta mal y busque en la comida una forma de alivio o escape. Por ejemplo, si una persona está estresada, puede buscar en la comida un momento de relajación o placer. De hecho, muchas personas usan la comida como recompensa, especialmente si están a dieta. Si estás tratando de perder peso, es fácil caer en la trampa de decirte a ti mismo: «Solo me voy a permitir un trozo de pastel si logro bajar dos kilos esta semana».
Otro factor que puede contribuir a la adicción a la comida es el hecho de que los alimentos altamente palatables están cada vez más disponibles. Es más fácil que nunca tener acceso a comidas y bebidas con altos niveles de azúcar, grasa y sal. Y muchas veces estos alimentos son más baratos y convenientes que los alimentos saludables. Por ejemplo, es más fácil comprar un paquete de galletas en el supermercado que cocinar una comida saludable en casa.
Además, las personas que tienen problemas para controlar sus impulsos pueden ser más propensas a volverse adictas a la comida. Si no eres capaz de decir «no» cuando estás hambriento o si te cuesta resistir las tentaciones, es más probable que te involucres en comportamientos compulsivos con respecto a la comida.
Por último, otro factor que puede contribuir a la adicción a la comida es el hecho de que muchas personas usan la comida para llenar un vacío emocional. Si te sientes solo o triste, es fácil buscar comfort food (comida reconfortante) para llenar el hueco. Muchas veces, las personas no se dan cuenta de que están haciendo esto hasta que ya es demasiado tarde y se han convertido en adictos a la comida.
Si bien todos estos factores pueden contribuir a la adicción a la comida, hay otros factores que también se deben considerar. En particular, es importante tener en cuenta que no todas las personas responden igualmente a los mismos alimentos. Por ejemplo, algunas personas son más susceptibles a los efectos de los azúcares refinados mientras que otras son más propensas a los efectos de las grasas saturadas. Esto significa que no todas las personas necesitan evitar los mismos alimentos para evitar convertirse en adictos a la comida.
En general, sin embargo, hay ciertos alimentos y bebidas que se han asociado con mayor riesgo de adicción. Estos incluyen:
-Alimentos altamente procesados: Los alimentos altamente procesados son aquellos que han sido modificados para incrementar su sabor y/o textura. Estos alimentos suelen ser ricos en azúcar, grasa o sal y son altamente adictivos. Algunos ejemplos de alimentos altamente procesados incluyen: galletas dulces, pasteles, helados,Embutidos , patatas fritas y refrescos azucarados .
-Bebidas con cafeína: La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central y puede producir efectos similares a los de las drogas estimulantes ilegales . La cafeína se encuentra naturalmente en el café y el té , pero también se agrega a muchas bebidas energéticas y refrescos . La cafeína puede producir efectos tales como nerviosismo , irritabilidad , insomnio y dependencia .
-Alcohol: El alcohol es un depressivo del sistema nervioso central y puede producir efectos similares a los de las drogas depresivas ilegales . El alcohol se encuentra naturalmente en muchas bebidas fermentadas , como el vino , el cerveza y el licor . El consumo excesivo de alcohol puede producir efectos tales como somnolencia , confusión , desinhibición y dependencia .
Hay muchas razones por las cuales algunas personas se vuelven adictas a la comida. Si bien no se entiende completamente el proceso por el cual se produce esta adicción, se sabe que varios factores – incluyendo el estrés, la ansiedad, la depresión, el aburrimiento, el insomnio, los impulsos incontrolables y el llenado de un vacío emocional – pueden contribuir al desarrollo de este problema.