¿Por qué es importante evitar la merma de los alimentosque es un servicio de alimentos

Muchas personas piensan que la merma de los alimentos es un problema menor, pero en realidad es un problema muy serio. La merma se define como la pérdida de peso o volumen de un producto debido a las condiciones ambientales, el manejo inadecuado o el paso del tiempo. Aunque parezca insignificante, la merma representa un gran costo para la industria de alimentos. Según el USDA, en los Estados Unidos se desperdician cerca de 133 billones de libras (60 millones de toneladas) de alimentos cada año, lo que equivale a más del 30% de todos los alimentos producidos. Este desperdicio no solo representa un costo económico, sino también ambiental y social.

La mayoría de la merma de los alimentos se produce en la fase de producción, transporte y distribución. Por ejemplo, se estima que entre el 25% y el 40% de las verduras y frutas son desperdiciadas antes de llegar a los supermercados debido a daños en el cultivo, cosecha inadecuada, condiciones de transporte y requisitos estrictos de estética. Los productos que no cumplen con los estándares de apariencia son a menudo descartados, incluso si están perfectamente sanos y comestibles. En el transporte, los alimentos frescos son particularmente vulnerables a los daños causados por el calor, el frío, la humedad y la falta de espacio. Una vez que los alimentos llegan a los minoristas y restaurantes, a menudo se desperdician debido a la mala gestión o simplemente porque no se venden.

El desperdicio de alimentos tiene un impacto económico significativo. Según el USDA, en 2013 el costo medio de la comida desperdiciada en hogares norteamericanos fue de 1 610 dólares por familia. A nivel nacional, esto equivale a un costo total de 216 mil millones de dólares. El costo del desperdicio de alimentos para las empresas es aún mayor. Según ReFED, una organización sin fines de lucro dedicada a reducir el desperdicio de alimentos, el costo medio para las empresas manufactureras es 3 75 dólares por tonelada, mientras que el costo para los minoristas es 9 10 dólares por tonelada. El desperdicio de alimentos también representa un costo ambiental significativo. Se estima que el desperdicio de comida representa unas 8% del total de emisiones globales de gases invernadero, lo que equivale al dióxido de carbono emitido por todos los vehículos en circulación.

El desperdicio de comida también tiene un impacto social significativo. A nivel mundial, se estima que hay más de 795 millones de personas que sufren hambre o malnutrición crónica. Al mismo tiempo, se estima que se producen cerca de 2 000 millones de toneladas métricas más de comida del necesario para satisfacer las necesidades nutricionales globales. En otras palabras, hay suficiente comida para todos, pero mucha gente no tiene acceso a ella. El acceso a los alimentos no solo es un problema en países en desarrollo; en los Estados Unidos, más del 11% de las familias luchan por obtener suficientes alimentos para satisfacer sus necesidades básicas.

La reducción del desperdicio de comida es un problema complicado con muchas causas y soluciones potenciales. Sin embargo, hay varias formas en que todos podemos contribuir a reducir el desperdicio de comida. A nivel individual, podemos evitar comprar más comida del necesario y cocinar con ingredientes frescos en lugar de productos congelados o enlatados. También podemos donar nuestros excedentes de comida a banqueros alimentarios locales o voluntariar en organizaciones dedicadas a combatir el hambre. A nivel empresarial e industrial, las empresas pueden mejorar su eficiencia y reducir el desperdicio utilizando tecnologías avanzadas y mejores prácticas administrativas. Finalmente, las políticas gubernamentales pueden ayudar a mejorar la eficiencia del sistema alimentario y reducir el desperdicio mediante la introducción de regulaciones y incentivos adecuados.

En resumen, evitar la merma es importante porque representa un gran costo económico, ambiental y social. Todos podemos contribuir a reducir la merma mediante nuestras propias acciones y decisiones diarias.